viernes, 12 de junio de 2009

Una herencia del pasado

Se acercan las elecciones, eso ya lo sabemos todos porque nos invaden con información y noticias en todos los medios. Pero, más allá de esto, ¿Cuánto sabe la sociedad?

El otro día, escuche en la radio que en una de las tantas encuestas publicadas, salió que más del 50 % de los encuestados no sabe qué son las candidaturas testimoniales! Esto demuestra muy claramente, el interés que presenta nuestra nación en la política. Y esto, trae otro tipo de consecuencias mucho más importantes aun, o mejor dicho, más graves que la ignorancia de qué son las testimoniales. Por ejemplo, es enorme la cantidad de personas que no saben qué se vota, no me refiero gente analfabeta, sino a gente simplemente desinteresada.

La falta de interés se expresa, según mi opinión (y siempre generalizando), de diferente formas; se vota por imagen, por presencia mediática, por publicidades y por personalidad, sin escuchar, o si quiera intentar conocer las propuestas, la historia y la orientación política de cada uno de los candidatos. Por otro lado, disminuyo considerablemente la afiliación a partidos políticos (demostrando nuevamente la falta de interés), y también disminuyó el peso de los partidos políticos en sí, y esto se concluye en lo ya expresado anteriormente; que no se vota por partido político, no se vota por ideología; se vota por candidato y por su peso particular.

Ahora bien, ¿Por qué creen que esto sucede? Según mi opinión, la respuesta está en nuestra propia historia. Hay dos elementos claves, que todos nosotros estudiamos alguna vez en el colegio, que en mi opinión desembocaron en lo que es nuestra situación actual que acabo de describir.

Durante la década del 1880, con el objetivo de crear una nación y progresar, los positivistas gobernantes, chocaron con dos problemas importantes; por un lado, el territorio estaba bajamente poblado; y por el otro, la ignorancia de la población no ayudaba. Para intentar solucionar esto y lograr alcanzar su objetivo, se busco poblar al país con gente con otra mentalidad, y ahora es donde, según mi pesar, aparece el problema. Los inmigrantes que llegaban al país no eran lo que se esperaba, eran, en su mayoría, gente que escapaba del hambre, y que no hablaban la lengua del país, lo que los volvía en definitiva analfabetos.

Por un lado, la gente venia a SOBREVIVIR, y no a formar un país ni involucrarse en la política, etc. a lo cual se le sumo la falta de manejo del español, que dificulta más aun las cosas. Por otro lado, tal vez la población se hubiera interesado más si hubiera habido políticas más integracionistas por parte del Estado pero no fue el caso, el Estado no buscaba traer gente que aportara nuevos ideales, sino que necesitaba gente que fuera funcional a su plan. Como ya sabemos, este era un gobierno de elite, y lo último que querían era que vengan ideas de afuera que discutan su supremacía; sólo querían gente con otras costumbres, sobre todo con respecto al trabajo, porque los gauchos eran “vagos”, pero nunca tuvieron la intención de integrarlos a la vida política de la nación.

Esto, en mi opinión, concluye en que hoy en día se haya “heredado” una situación similar, en la que a los gobiernos les conviene que no se sepa mucho de política, para poder hacer cosas como las candidaturas testimoniales y que no se discutan, para mí, no porque el pueblo esté de acuerdo, sino porque las desconoce.

Por ultimo, me parece que, cada año festejamos un nuevo aniversario de la democracia, y nos ponemos orgullosos de que los últimos gobiernos hayan sido constitucionales, y hayamos podido realizar el traspaso de un gobierno constitucional a otro, varias veces seguidas. Pero no nos olvidemos de algo: la palabra “DEMOCRACIA”, hace referencia a “Gobierno del pueblo”, pero realmente, ¿gobierna el pueblo cuando no esta informado?, ¿o es el pueblo quien es gobernado?


5 comentarios:

  1. Me encantó esa ultima frase para terminar tu entrada Nikki, deja mucho que pensar...
    Creo que las personas no valoran la importancia del voto y aquí hay un grave error. No se valora que cada uno tiene el poder de elegir que es lo que quiere para su país y por eso no se informan ni averiguan acerca de las distintas propuestas. Por otro lado nos encontramos frente a políticos que hacen lo que sea necesario para conseguir votos. En estas elecciones se han visto alianzas entre partidos nunca antes pensadas con el único objetivo de sumar votos. Se ve mucha publicidad por todas partes pero ni una que explique o proponga alguna de las ideas de los partidos. Se ve a los políticos debatiendo en TN y después se los ve bailando reggaeton en Showmatch. Por eso vuelvo a repetir que los polìticos se prestan a cualquier cosa para conseguir votos. El mismo Massa llevó chocolates para repartir entre los vecinos de Tigre, y saben que? estaban vencidos! si! vencidos! Lo más impactante es que nadie se debe haber dado cuenta, ( a mi me lo contó la chica que trabaja en mi casa ).
    Por eso, no se si son los políticos, los ciudadanos, pero el tema de las elecciones se distorsionó, se le quitó mucha seriedad, se vota por simpatía a un candidato y no por sus propuestas y muchas veces no se ve lo que hay detrás de un candidato.
    Escuché a muchas personas que dicen, me gusta De Narvaez pero no Solá y no se dan cuenta que al votar a de Narvaez votan a Sola! que es el segundo en la lista! La gente está mareada, confundida, y creo que eso es debido a la falta de información que existe.

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  2. Realmente me gustó mucho la nota Nicole.

    Quiero subrayar varias cosas que me parecen importantes y que están presentes en tu texto:

    1) Ignorancia y pobreza no van siempre de la mano. Algo sobre lo que no me canso de insistir, las clases supuestamente "bien educadas" son muchas veces tan ignorantes como las supuestas clases "mal educadas" y si comparamos los recursos utilizados en educar a uno y a otro grupo y sus resultados, puede ser que las clases medias y altas sean aún más ignorantes.

    2)Hay mucha gente a la que le da lo mismo que estemos en un régimen político democrático. Aunque quede muy mal decirlo y pocos sean los que lo afirmen en voz alta, la verdad es que muchos no dudarían en cambiar un sistema democrático por otro que no lo sea si se le garantizan ciertos derechos (que van a tener que ver sobre todo con la libertad de empresa, de movimiento y de expresión).

    3)Hay nexos importantes y sobre los que se reflexiona poco entre nuestra historia y nuestro presente político.

    Dicho esto, quiero agregar algunos comentarios más.

    Me parece que si buscamos causas históricas al desinterés por la participación política tenemos que venir más cerca del presente y pensar en que la gran participación política que había en nuestro país en las décadas de '60 y '70 terminó como ya sabemos de manera horrorosa. Los fantasmas de aquel horror todavía están presentes en los discursos y los imaginarios actuales.

    La otra gran traba a la participación política genuina está aún más presente y es la ideología liberal-consumista que promueve una vida donde lo importante es el éxito individual: la profesión personal, el desarrollo personal, la belleza personal y todo lo que sea colectivo, público o estatal se ve sobre todo como una molestia o como un posible palo en la rueda para ese desarrollo.

    Creo que el análisis que hizo Foucualt sobre las cárceles puede ayudarnos a entender mejor ésto. Él pensó que si las cárceles seguían existiendo a pesar de que el fin para el que habían sido creadas no se cumplía, entonces deberían tener alguna otra utilidad o deberían ser funcionales de alguna manera.

    De nuestra democracia podemos decir lo mismo. A pesar de que muy pocos se sientan representados, parece ser funcional desde dos lugares. En primer lugar para los ciudadanos, que con sólo ir a votar cada dos años se desentienden luego de cualquier participación, renuncian a sus derechos y deberes y sólo se ocupan de quejarse de los políticos. Y en segundo lugar, a los políticos, que se aseguran como clase la permanencia en los puestos importantes de poder y negocios.

    Es decir que, esta democracia, tan disfuncional como parece, cumple sin embargo con las expectativas de muchos y cuando no las cumple (lo sabemos por la historia de la democracia en nuestro país durante el siglo XX), se la reemplaza rápidamente.

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  3. Re interesante la nota Nikki y muy bueno como la abarcaste.
    Justamente sobre este tema me puse a pensar el otro día hablando en la mesa con mi familia, y yo me preguntaba que es lo que cada candidato proponía, porque la verdad es que nunca los había escuchado, simplemente los veía en una cartelera o aviso en la tele con una frase al lado. Y además me pregunte si cada uno como ciudadano responsable se tomaba el trabajo de averiguar que es lo que propone cada candidato, o simplemente lo vota por la imagen o como habla.
    Pienso en los jóvenes de 18 años que tienen que votar y estoy segura de que un 90% no conoce ni a la mitad de los candidatos o vota lo que deciden sus padres.
    Yo creo que, hoy en día, el pueblo es gobernado.

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  4. He escuchado a jóvenes que van a votar lo que sus padres votan y no comprendo cómo una vez que tenés la posibilidad de elegir en tus manos, de ejercer Tu voto, tapas tu voz con la de otro. Es una falta de responsabilidad frente al país porque no se cumple con el deber propio de cada ciudadano, está presente el desinteres.

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  5. Sin duda, comparto tu opinión Niki. Creo que el problema surge principalmente por la historia que tenemos, una historia en donde los inmigrantes poco y nada les interesaba meterse en política. Sin embargo, tampoco podemos "hecharle la culpa" a todos ellos, me parece que tambiés nosotros tenemos todos los medios para lograr informarnos y poder defender nuestro voto, y a pesar de todo ello son muy pocos los que lo hacen. Somos los primeros en salir a quejarnos por tal o cual ley que no nos agrada pero a la hora de votar son pocos los que lo hacen a conciencia y nos dejamos guiar por tal o cual imagen que Gran Cuñado nos mostró.

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